Los altos niveles de ruido en grandes ciudades debido entre otros factores al intenso tráfico, la actividad comercial o la proximidad de algún aeropuerto hacen necesario un mayor aislamiento acústico frente al ruido en la fachada de nuestra vivienda.
El ruido es uno de los factores ambientales que provoca más enfermedades según afirma la OMS. Después de la contaminación atmosférica, la acústica es la segunda causa de origen ambiental que provoca alteraciones en la salud. Entre los efectos nocivos del ruido para la salud se encuentran problemas auditivos como pérdida de audición o pitidos en los oídos, problemas psicológicos, tales como irritabilidad, estrés y ansiedad, y problemas fisiológicos como aumento de la frecuencia cardíaca y alteraciones del sueño y bajo rendimiento.
Las ventanas constituyen el elemento más débil en cuanto a aislamiento acústico en una fachada. Esto se debe a su menor masa, la presencia de partes móviles o la dificultad de un perfecto sellado por el tipo de apertura o por el estado de las juntas. Es por ello que a la hora de elegir ventanas hay que tener muy en cuenta las necesidades de aislamiento acústico en nuestra vivienda.
Para saber si nuestras ventanas cumplen con un nivel de aislamiento acústico adecuado debemos saber por dónde se filtran los ruidos del exterior. Pueden darse de dos formas:
- Filtración: El ruido entra al interior de la vivienda por orificios huecos y aberturas que nuestras ventanas pudieran tener.
- Difracción: El sonido o ruido externo incide sobre las ventanas y puertas que separan los espacios produciendo vibraciones que se transmiten al interior.
Factores que influyen en el aislamiento acústico:
- Forma de apertura: Incide en el aislamiento total de la ventana. Lo más indicado son ventanas abatibles u oscilobatientes ya que el cierre de doble junta no permite filtraciones de ondas sonoras. Por el contrario las menos aconsejables serían las de apertura deslizante que se basan en cierres de cepillo que no ofrecen un buen aislamiento acústico.
- Vidrio: Las ventanas con vidrios con cámara tienen buenas cualidades térmicas pero no tienen por qué estar provistos de las mismas cualidades acústicas. Estas dependen en gran medida del espesor. Lo más aconsejable es que los vidrios sean de diferentes espesores. Es decir que el vidrio exterior sea distinto del interior y evitar cámaras de espesor inferior a 12 mm para asegurar un buen aislamiento acústico. En aquellos casos en los que se necesite un aislamiento acústico muy elevado, los vidrios laminados con butirales acústicos son los más recomendables.
- Materiales: El material más adecuado para el aislamiento acústico es el PVC, que por sus propiedades morfológicas actúa como amortiguador natural de las ondas sonoras.
- Persianas: Mala calidad o mala instalación.
El aislamiento acústico es un punto muy importante a tener en cuenta cuando cambiemos las ventanas, sobre todo en aquellos lugares donde existe una mayor contaminación acústica, como por ejemplo en ciudades.
Las ventanas pueden ser de gran ayuda y atenuar de forma eficaz las filtraciones de sonido mediante una perfecta combinación entre vidrio y perfil para lograrlo.
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