Las energías renovables permiten un ahorro considerable en las facturas del hogar durante el año. Las más utilizadas son la energía solar térmica y biomasa.
Los altos niveles de ruido en grandes ciudades debido entre otros factores al intenso tráfico, la actividad comercial o la proximidad de algún aeropuerto hacen necesario una protección extra frente al ruido en la fachada de nuestra vivienda.
Uno de los materiales más utilizados en los bastidores de las ventanas es el aluminio. A la tradición en el uso de este material hay que añadirle otras características que lo hacen interesante para el mercado residencial como su durabilidad, ligereza y fácil mantenimiento.
Un aspecto importante que tenemos en cuenta a la hora de cambiar las ventanas, además de los aspectos técnicos de las mismas, es el aspecto estético, que la carpintería sea acorde al estilo de nuestra vivienda.
En invierno, los gastos para mantener una temperatura confortable en nuestro hogar se disparan.
Te proponemos estos cuatro consejos para ayudarte a reducir las facturas en esta época del año.
En los últimos años el PVC se ha convertido en uno de los materiales más populares a la hora de elaborar la perfilería de ventanas junto al aluminio. Esta creciente popularidad se debe a las múltiples propiedades y ventajas que ofrece este material.
Con la llegada del verano se produce un incremento en el número de robos aprovechando que nuestras viviendas quedan vacías por vacaciones. Como medida de precaución podemos llevar a cabo una serie de acciones para prevenir que nuestras casas sean asaltadas.
Uno de los problemas más frecuentes que podemos encontrarnos en nuestras ventanas, sobretodo en invierno, es la condensación. La razón más común por la que aparece es debido al exceso de humedad.
La mayor parte de la ventana la conforman los vidrios por lo que su influencia en las propiedades de la ventana va a ser muy alta. De su elección depende en gran parte la capacidad aislante de la misma.
Uno de los gastos más importantes de nuestros hogares es el relacionado con la energía, sobre todo en invierno el gasto en electricidad y calefacción se dispara. Sin embargo, podemos reducir nuestras facturas con pequeñas medidas que implican una pequeña inversión y que además no suponen ninguna merma en nuestra calidad de vida.
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