En este artículo nos vamos a centrar en uno de los aspectos fundamentales a la hora de elegir unas ventanas eficientes: el ahorro que podemos conseguir gracias a su nivel de aislamiento térmico.
Los estudios demuestran que alrededor de un 30% de la energía en una casa se pierde a través de sus ventanas.
Unas ventanas antiguas e incluso las nuevas si no tienen las prestaciones adecuadas, dejan escapar la energía interior, perdiendo calor en invierno y frío en verano.
Siendo la calefacción y el aire acondicionado los elementos que tienen un mayor consumo energético en una vivienda, realizar una inversión que mejore nuestras ventanas y por tanto el aislamiento de nuestro hogar, va a tener un rápido retorno a nuestro bolsillo, al reducirse de manera considerable nuestras facturas de energía.
Cómo comparar ventanas
Me he decidido a cambiar mis ventanas y tengo varios presupuestos con distintas opciones, ¿puedo saber cuál es la ventana con mayor capacidad de aislamiento? ¿cómo sé si la ventana que elijo es la que va a tener un mejor comportamiento?
Tenemos una buena noticia. Sí, puedes saberlo y aquí te contamos cómo…
Tienes que fijarte, primero, en las calidades de las 3 partes de la ventana que más influyen a la hora de conseguir un óptimo aislamiento térmico: los perfiles, el vidrio y las persianas. La combinación de estos tres elementos va a determinar en buena medida su eficiencia.
Y segundo, debes preguntar por el valor U de cada uno de estos componentes, esto te permitirá comparar fácilmente entre distintas ventanas.
El valor U mide la transmitancia térmica (la cantidad de calor que se intercambia con el exterior) y cuanto menor sea, mejor será el aislamiento térmico y en consecuencia, mayor será el ahorro de energía y económico que vas a conseguir. Para que te sirva como referencia, el valor U del conjunto de la ventana para la zona climática de Coruña, según el Código Técnico de la Edificación, ha de ser de un 2,1 o inferior.
Elementos clave en una ventana aislante
Elige un perfil de calidad, de PVC o de aluminio (en este caso es necesario que tenga rotura de puente térmico -RPT-).
Debes fijarte en la permeabilidad al aire del cerramiento. Esto es, la cantidad de aire que pasa (por causa de la presión) a través de una ventana o una puerta cerrada. Existen varias clases que van desde la 1, menos estanca, hasta la mejor, la clase 4 que es la de mayor estanqueidad.
Las ventanas eficientes han de tener doble vidrio, bajo emisivo, que tenga un grosor mínimo de al menos 4 mm en cada cristal y que, en su cámara, en lugar de aire, incorpore un gas noble menos conductor, como el argón.
Existe la posibilidad de mejorar las prestaciones aislantes de una ventana con la instalación de vidrios triples, en orientaciones y zonas climáticas que así lo requieran. También de láminas de control solar que nos ayudarán, en las estancias más expuestas al sol, a mantener la temperatura interior en meses más cálidos.
En cuanto a las persianas, elige una persiana térmica y sobre todo fíjate en su cajón, que tenga un aislamiento reforzado. Este es en muchos casos el punto débil, por donde se pierde una buena parte de la energía. Asegúrate de que te van a instalar un buen cajón de persiana.
La instalación profesional
Y por último y no menos importante, que la instalación la realicen profesionales cualificados y de manera rigurosa. No es la primera vez que recalcamos esto en nuestro blog, pero es fundamental. Una mala colocación puede arruinar las prestaciones aislantes de la ventana. El aire se va a colar por las juntas. La hermeticidad está en juego y junto con las filtraciones de aire, también estarán entrando ruidos, por lo repercutirá además en el aislamiento acústico que consigamos.
El ahorro comienza por unas ventanas eficientes, pero también el confort. Vas a estar mucho más a gusto en casa. ¿Y qué me dices del medio ambiente? También estarás reduciendo la cantidad de emisiones de CO2 asociadas al despilfarro de energía. Así, al mismo tiempo que tú te cuidas, estarás cuidando del planeta 😊🌿
SÍGUENOS